En el cierre del 54º Congreso de la Asociación Psicoanalítica Internacional, la presidenta de FEPAL, Lilian Hitelman, brindó un discurso que reafirma el compromiso de América Latina con el diálogo y la renovación de la práctica psicoanalítica.
Quiero agradecer y reconocer con gratitud la generosidad, el compromiso y la claridad con que se ha llevado adelante esta transición, que fortalece la continuidad institucional y honra el trabajo de ambas gestiones
Si bien el asistir a los congreso tiene la principal funcíon de intercambiar conocimiento, también permite encontrarnos como personas en distintas dimensiones, aspecto fundamental que aquí hemos vivido a nivel individual e institucionalmente nos ha permitido potenciar la colaboración entre la Asociación Psicoanalítica Internacional y sus regiones.
Este encuentro ha sido una prueba viva de que, cuando hay un verdadero diálogo entre la API y las distintas regiones, el psicoanálisis se enriquece, se expande y se renueva. No se trata solo de compartir espacios formales, sino de crear vínculos duraderos y significativos, donde cada voz, tenga lugar.
En este sentido, celebramos especialmente un hecho histórico para nuestra comunidad: la incorporación del portugués como idioma oficial de la API. Este reconocimiento no es solo simbólico; es un gesto concreto de inclusión, de apertura a la diversidad lingüística y cultural que habita en nuestra práctica y en nuestra teoría.
También queremos destacar que Latinoamérica fue la región con mayor participación en la última votación de la API. Este dato no es menor: habla de una región activa, comprometida, que desea ser parte de las decisiones, que tiene mucho para aportar y que está presente en la construcción del psicoanálisis global.
Hoy más que nunca, vemos que la colaboración entre la API y las regiones no se basa en estructuras jerárquicas, sino en una conversación entre pares, en un deseo común de sostener una práctica viva, ética y rigurosa, donde se puede lograr un excelente grupo de trabajo para poder abordar distintos temas, pero siempre desde el psicoanalisis, ya que es lo que nos une y debe ser nuestra ancla en estos tiempos caoticos.
Agradezco profundamente a la API, a las organizaciones regionales y a cada uno y cada una de ustedes por su participación generosa y apasionada. Lo que hemos construido aquí no termina hoy: es parte de una red que se sigue tejiendo, en palabras, en encuentros y en deseo compartido.
Los invito a reencontrarnos en el proximo congreso de la Federación Psicoanalitica de America Latina a realizarse el 29 de septiembre del año 2026 en Santiago de Chile.
Gracias.

