Con el texto de Patrícia Ochoa, Semillar concluye la secuencia de textos sobre la adolescencia en este período de pandemia mundial. En la próxima semana, continuaremos, pero con las miradas en la direción de otros problemas que también se vieron afectados en este momento.
Vivir la adolescencia en pandemia
Por Patricia Ochoa
Analista en Formación APG, México
En tiempos de pandemia y confinamiento tenemos que hablar de nuevas formas de llevar la adolescencia. El desarrollo no se detiene, pero sabemos que, entre las series complementarias, lo social es de gran importancia e influye en la construcción psíquica en esta edad. ¿Cómo vive el adolescente el confinamiento? ¿Cómo se ve afectado el desarrollo en circunstancias especiales? Es un hecho que lo que les está tocando vivir es muy diferente a lo acostumbrado.
Pero es una realidad, y la realidad es todo lo que se encuentra fuera de nosotros a pesar nuestro y no siempre es de nuestro agrado, generalmente la realidad es contraria a nuestros deseos más profundos y constantemente le echamos la culpa a lo que sea, cualquier cosa puede ser la causante de todos nuestros males, por lo que nos acostumbramos a evadir, nulificar, transformar o generar de forma constante y temporal mundos paralelos imaginarios, quizá salidas creativas, quizá enfermas, pero al final, inevitablemente , todos tienen que acatar la realidad, la invitación entonces, hay que vivirla de la mejor manera posible .
Muchos jóvenes entraron a un encierro y a muchos cambios en la vida cotidiana por la contingencia “covid 19” que asola al mundo entero, no hay noticias de algo así en tiempos cercanos a nuestra existencia. No en la forma global en la que se vive. Hay quien siente que es algo terrible y persecutorio, hay quien no se cree nada y duda o niega todo, y los que están a la expectativa, observando y sin adelantarse a nada, analizando y tomando las decisiones pertinentes para sobrellevar la angustia y la frustración. Para todos reina la incertidumbre, es lo que hay que sobrellevar cada día.
D. Winnicott, psicoanalista inglés, nos dice que se debe vivir la realidad con la habilidad suficiente para aceptarla como es, auxiliándose de la creatividad y el juego. Incluyamos a los sueños y a la imaginación, ya que también por medio de muchas de nuestras acciones oníricas nos ayudamos a sobrellevar la realidad, éste autor nos enseña que hay que vivir la vida con la seriedad con la que juega un niño, teniendo los sueños y la fantasía como alimento del alma, pero siempre distinguiendo que se sueña, que se juega y que se imagina, asumiendo los tiempos para cada cosa, coexistiendo con el medio ambiente, con las relaciones personales, los roles y las labores cotidianas. ¿Pero cómo jugar en escenarios tan inciertos? ¿cómo conservar ese estado creativo ante un panorama obscuro?
Es necesario un equilibrio entre fantasía y realidad, sino puede generarse angustia, miedo, huidas catastróficas o patógenas, es decir, medidas que aparentemente compensan al aparato psíquico, y ofrecen cierta tranquilidad y descanso. Esto resulta un engaño, ya que cuando la realidad se impone, es inevitable sentir el dolor de las pérdidas que la pandemia ha ocasionado.
¿De qué manera el adolescente puede ser acompañado a desarrollar su imaginación, su creatividad y su fantasía? La respuesta es particular a los intereses de cada chico o chica, pero afortunadamente los medios electrónicos están de nuestro lado, la música, las películas, los libros, los cuentos. Narraciones o historias familiares. Las artes manuales; a veces uno cree que a los muchachos ya no les gusta embarrarse de pintura, resistol y engrudo, pero solo es dejarlos a su alcance y muchos de ellos te conectan con su gusto infantil. También entrar a la cocina les puede ser atractivo, así que es el mejor momento para acercarlos a ella.
Hay que considerar que, en la adolescencia, por lo regular, se rompe la endogamia, se sale de lo familiar para acceder a lo exogámico, lo externo brilla y atrae, así que también habrá que darles oportunidad de conectar virtualmente con sus amigos, no solo a las horas de sus clases, también para el ocio y la charla entre pares. Claro en lo virtual habrá que ir advirtiendo de los cuidados pertinentes. Evitar saturarlos de noticias y no olvidar motivar algo de actividad física, con las limitaciones que la cuarentena nos impone. Así que a desarrollar la creatividad y hacerlos participar de una nueva forma de vida.