Directoras:
Sonia Terepins – Directora titular (SBPSP)
Silvia Bracco – Directora suplente (SBPSP)
Membros de la Comisión
Adriana Nagalli de Oliveira (SBPCamp)
Alice Lekowicz (SBPPA)
Ana Huitzil (SPM)
Ana Rozenfeld (APA)
Eduardo Martins (SBPSP)
Fryné Santisteban (SPP)
Jose Scavuzzo (APC)
Luiz Moreno (SBPSP)
Monica Sá (SBPSP)
Susana Balparda (APU)
En Psicología de las masas y análisis del Yo, Freud hacen cien años escribía: “En la vida anímica del individuo, el otro cuenta con total regularidad, como modelo, como objeto, como auxiliar, y como enemigo, y por eso desde el comienzo mismo la psicología individual es, en forma legítima por extensión, también psicología social”. (Freud, 1920/2010, p. 67)
Vemos que la frase conjuga psicología individual y social de una manera indisociable: en la vida psíquica individual el Otro puede aparecer de diferentes maneras, pero siempre está ahí. De cierta forma, el trabajo que proponemos como Dirección es una tentativa de entender y llevar adelante esta indisociable relación entre lo psíquico y lo social, y – de ser posible – extraer de ella algunas consecuencias para el saber y la formación psicoanalítica.
Como si no fuera suficiente el estar en medio de una pandemia, hoy asistimos al crecimiento de un discurso de intolerancia que justifica acciones de barbarie, rompiendo el lazo social que regula nuestras relaciones. El virus ataca al hombre, pero el propio hombre también se ataca. Marcelo Viñar nos pregunta sobre el horror de lo que el hombre le hace al hombre, «[…] donde el otro humano no es el semejante sino el enemigo a ser destruido. ¿Qué efecto tiene en la mente humana este despedazamiento de la unidad de la especie, que funda los límites de la identidad?».
En un tiempo de incertidumbre, de múltiples formas de violencia, prejuicios, racismo y desigualdad, se considera urgente un psicoanálisis basado en el compromiso social. Es fundamental pensar al sujeto en la cultura, en los caminos que recorren entre el psiquismo individual y el colectivo, desde qué lugar habla y cómo ello atraviesa su subjetividad. Es crucial proponer otras formas de comprensión de los fenómenos que nos rodean, ampliando la relación del psicoanálisis con las cuestiones del mundo, y principalmente atendiendo al sufrimiento generado por el malestar provocado por estas condiciones. Y las preguntas que persisten son: ¿qué es ser psicoanalista hoy? ¿Qué es lo que buscamos? Y, ¿qué es lo que hacemos?
La interdisciplinaridad señala un camino y se hace presente en el reconocimiento del otro por la ampliación del dialogo con diversas formas de pensar. Se ha manifestado que el psicoanálisis no debe restringirse a los consultorios; tenemos que avanzar. Esperamos en esta gestión profundizar en la reflexión teórico-clínica sobre las modalidades de intervención.
Caminos
Usar lo que ya se ha hecho parece un buen punto de partida. Recibimos un mapa de la administración anterior titulado “Comunidad en tres tiempos” (http://comunidadentrestiempos.fepal.org/pt/inicial/). En él podemos ubicar la mayor parte del trabajo en la comunidad realizado por psicoanalistas de América Latina. Bueno, habiendo hecho el mapa, es hora de pensar en los caminos.
Proponemos llevar adelante una de las ideas centrales de este proyecto que es establecer intercambios culturales: promover el dialogo entre los colegas analistas que se aventuran en la extensión de la practica psicoanalítica.
Jorge Luis Borges cuenta la historia de un hombre que, al terminar la confección detallada de un mapa, da algunos pasos para atrás y reconoce, en las líneas generales del dibujo, su propio rostro. Nuestra intención es similar: trazar los caminos para que ese mapa devuelva el rostro del psicoanálisis latinoamericano, nuestro rostro.
La extensión de la Clínica
La extensión de la clínica no es simplemente el psicoanálisis utilizado fuera del consultorio, donde la técnica clásica no es factible, sino la medida en que el método va más allá de la técnica.
El psicoanálisis practicado fuera del encuadre tradicional hereda mucho de lo que ya había sido realizado por los pioneros del Rio de la Plata y muchos otros analistas latinoamericanos.
Sin embargo, la extensión de la clínica requiere algo más del analista: es una clínica ampliada, donde los psicoanalistas se abren uno para el otro e intercambian experiencias: que van más allá de las distancias de su lengua materna (español o portugués), y también van más allá del lenguaje psicoanalítico (freudiano, kleiniano, bioniano, winnicottiano, lacaniano, etc.). Necesitamos puentes, puntos de contacto, compartir experiencias de trabajo y profundizar aún más en la reflexión teórico-clínica sobre las modalidades de intervención (que también aprendimos de la querida Janine Puget, por ejemplo). Se trata de reconocer o incluso construir dispositivos teóricos y clínicos donde la escucha psicoanalítica ocurra y favorezca los procesos de transformación subjetiva.
Quizás el psicoanálisis sufra por ser demasiado fuerte y no demasiado débil, tan fuerte que los analistas no somos capaces de manejarlo adecuadamente y estamos repitiendo modelos seguros, rara vez ensayando un psicoanálisis original en un área nueva.
- Fabio Herrmann
Relatos de experiencias y proyectos
Para lograr lo anterior, pensamos en una forma de establecer este dialogo que llamaremos Relatos de las prácticas en la comunidad: la extensión de la clínica en dos actos.
En el primer acto se pretende que cada analista problematice su experiencia de extensión clínica psicoanalítica. Esta podrá asumir diferentes formas: presentaciones virtuales, textos, videos, fotografías y muchos otros formatos.
En el segundo acto se busca construir un pensamiento metapsicológico que pueda dar densidad a la experiencia relatada. Ello también se puede conseguir de diversas maneras, como interpretaciones artísticas o construcción de nuevas teorías. Lacan llama acto aquello que muda al Otro, aquello que altera las coordinadas de lo que nos determina. Buscamos relatos de actos.
Los relatos de las experiencias servirán de base para la formulación de proyectos que puedan ampliar y enriquecer la discusión. En suma, cómo el psicoanálisis altera el mundo; y cómo el psicoanálisis, mirando al mundo, se altera a sí mismo.
Ampliación del horizonte de la clínica
Volvemos a lo indisociable entre lo psíquico y lo social, entre Psicoanálisis/Cultura-Comunidad. Percibimos que muchos de nosotros estamos involucrados con esta articulación. Es necesario avanzar, sobre todo hacia la inclusión de estas prácticas en la formación de nuevos analistas. Este será uno de los ejes de nuestro trabajo: discutir y desarrollar programas que lleven a que la práctica comunitaria sea parte de la formación en nuestros institutos, creando material que pueda servir como referencia para futuras iniciativas.
Los intercambios de los encuentros Interregionales serán las semillas para un importante espacio dentro del próximo Congreso de la Fepal, para el área de Psicoanálisis, Comunidad y Cultura.
Proponemos pensar juntos en la ampliación del horizonte de la clínica, como algo que está en la esencia del psicoanálisis, ligado con su vocación. La extensión de la clínica puede entonces aparecer no como un mero excedente de práctica analítica, sino como productora de conocimiento psicoanalítico y parte esencial de nuestra formación. Que el psicoanálisis utilizado fuera del consultorio pueda traer cambios externos e internos, fomentando el diálogo y la permeabilidad de la clínica, incluyendo allí la imposición de lo virtual con sus desafíos y aportes al método psicoanalítico.
Ejes de trabajo en la Extensión de la Clínica
- En relación con la comunidad:
- Pensar en modalidades de intervención psicoanalítica practicadas fuera del encuadre clásico.
- Pensar metapsicológicamente a partir de esta práctica clínica.
- En cuanto a la cultura: pensar en mirar desde una perspectiva psicoanalítica los fenómenos culturales.
- En lo que respecta a los encuentros interregionales: promover el dialogo e intercambio entre los colegas-analistas.
- Para la formación ampliada: proponer modalidades de integración y enriquecimiento de la formación analítica produciendo material que sirva de referencia para futuras iniciativas.
Sonia Terepins e Silvia Maia Bracco
con la colaboración de Adriana Nagali, Eduardo São Thiago Martins, Mônica Sá y Luiz Moreno
de la comisión ejecutiva