En nombre de la Directiva de FEPAL quiero agradecer A Virginia Ungar , a Sergio Nick y a la Organización Científica del Congreso la invitación a participar del mismo, así como felicitar a todos los participantes por el intenso trabajo desarrollado a lo largo de estos días. Julia Kristeva en su conferencia Inaugural, se refirió a lo que llamó “ la sorprendente polifonía” que ha despertado el tema elegido para este 51º Congreso. Expresión que da cuenta a mi modo de ver, de la necesidad del mundo psicoanalítico de retornar a Freud para sostener la tarea –interminable – de continuar trabajando sobre los conceptos fundamentales que sostienen nuestro paradigma. ,de lo que ha quedado “ entre líneas” como decía J Laplanche ,de modo de tomar distancia de antiguas posturas dogmáticas para interrogarlas y seguir descubriendo el poder “transformador” de los conceptos. Para decirlo de otra manera: sostener la tensión entre la tradición y la inventiva, situación esta que es inherente a todo progreso del conocimiento.
Es una realidad que el psicoanálisis latinoamericano ha logrado tomar distancia del eurocentrismo originario y que esta subordinación centro periférica ha ido dando lugar a la apertura a nuevas teorías desarrolladas por nuestros pensadores, que han pasado a ser parte del pluralismo teórico que nos caracteriza y al mismo tiempo han incidido en nuestra práctica .
Las duras condiciones políticas y económicas que hoy transitan nuestros países en Latinoamérica , son un factor de malestar, que configura una dificultad, pero no un impedimento para continuar recreando cada vez, nuevas políticas científicas que habiliten espacios de diálogo, de modo el psicoanálisis vuelva a tener el lugar de interlocutor privilegiado en estos “Tiempos que cambian” , como fue definido en el Congreso de Boston, en el 2015.
La creación sostenida de Nuevos Grupos en nuestra región da cuenta del intenso trabajo llevado adelante por el ILAP, Instituto Latinoamericano de Psicoanálisis y particularmente del trabajo de los analistas en nuestra región. A modo de ejemplo , tanto en Ecuador como en Honduras ,hay candidatas egresadas que ya están en condiciones de ser nombradas miembros directos de IPA., también se está trabajado en Nicaragua, Costa Rica, Santa Cruz de la Sierra en Bolivia . En Brasil, son 24 las sociedades integrantes de FEBRAPSI, de las cuales 4 son Grupos de Estudio a las que se suman 7 Núcleos Psicoanalíticos. Importa también señalar la difícil situación que están atravesando las sociedades Venezolanas, en el actual contexto político económico que ha llevado a una fuerte emigración de los analistas y candidatos venezolanos a los países vecinos, con el consecuente sufrimiento y dolor que genera toda situación de exilio.
Son múltiples los desafíos a los que nos enfrentamos, en estos tiempos de cambios vertiginosos, que se han dado en llamar de” mutación civilizatoria” Son cambios que desafían nuestro paradigma, hoy más que nunca, pero que también actúan como motor de nuevos desarrollos, siempre que podamos aflojar amarras a lo instituído tanto desde la teoría como desde la práctica y bajarnos de viejos dogmatismos. El paciente neurótico, traductor y autoteorizante al decir de J. Laplanche, va desapareciendo de nuestros consultorios para dar lugar al paciente en el que el predominio de lo pulsional, del acto sobre la palabra, pone a prueba nuestra posibilidad de trabajo, escucha e interpretación en el espacio transferencial, así como nuestros referentes teóricos implícitos y explícitos.
Mucho tiempo ha pasado desde la fundación del Instituto de Berlín, en que la necesidad de proteger sus nuevos descubrimientos, llevaba a Freud y sus primeros discípulos, a ser cautelosos sobre la difusión de sus ideas. Hoy, a más de un siglo de esos tiempos originarios, las sociedades Psicoanalíticas y sus Institutos, han tenido la necesidad de abrir sus puertas, como modo de salida de un encierro endogámico y empobrecedor. La apertura a la Comunidad, a la Universidad, al diálogo interdisciplinar con educadores, antropólogos, sociólogos y al mundo del arte, es una de las características que desde hace décadas han marcado a nuestras sociedades. Es también algo que la nuevas generaciones nos reclaman , invitándonos a acompañarlos en estos tiempos de “aguas turbulentas” , de intensos debates en relación a que entendemos por transmisión en psicoanálisis, que entendemos por analizabilidad, cual es la función del encuadre (setting) y los límites de sus variaciones, cual el de la abstinencia como motor de transferencia .
Desafíos todos, en lo que está en juego, es que nuestra concepción del psiquismo humano, concepción que tuvo la capacidad de infiltrar, apasionar, seducir la cultura del siglo 20 , desafíos a que el psicoanálisis vuelva a ocupar el lugar de reconocimiento que supotener a lo largo de casi un siglo. Que pueda entusiasmar y ser atractivo a los jóvenes , para que no pase a engrosar las filas de las terapias, transformándose en una terapia más de alternativa, encerrado como a veces parece estar entre la psiquiatría biológica por un lado y la multiplicidad de terapias breves por el otro.
Los fecundos debates a que ha dado lugar este Congreso a partir del tema propuesto , “The Femenine”, nos confronta con la radicalidad de los cambios en el espacio social: cambios en la familia tradicional, en la pareja, en las nuevas formas de expresión de la sexualidad, en las llamadas nuevas sexualidades, en la concepción de los hijos, en las adopciones. Características estas de la post-modernidad, en la que la dificultad de instrospección, la necesidad de satisfacción inmediata que no deja lugar a la espera ni espacio a la representación, interrogan al psicoanálisis en sus conceptos fundamentales obligando a revisitar sus fundamentos teóricos así como los cambios en su práctica, pero que también alcanzan problematizando los diferentes estratos de sus sociedades e institutos.
Para finalizar, tengo el agrado de invitarlos al próximo Congreso de FEPAL que tendrá lugar en Uruguay, en setiembre de 2020, y cuyo tema es “ FRONTERAS”. La polisemia del término que en su sentido original alude a fronteras geográficas, como zona que separa pero que al mismo tiempo une, que discrimina territorios , etnias, tradiciones, religiones, puede pensarse como metáfora de nuestro oficio, de nuestro trabajo en la fronteras de la realidad psíquica y la realidad externa , en las fronteras con la interdisciplina, enlas fronteras dentro de nuestro pluralismo teórico pero también entre las instancias psíquicas.
Los esperamos entonces¡
María Cristina Fulco
Presidente de FEPAL