Entrevistada: Helga Quagliatto
1. ¿Podría contarnos un poco sobre el proyecto?
El proyecto “INCLUIR LA INCLUSIÓN” es un trabajo desarrollado por el LIPI (Laboratório de Investigação Psicanalítica da Infância) bajo mi coordinación[1] y con la participación de las psicólogas Elisa Freitas, Karollyne de Sousa, Ludmilla Chaves, Regiana Lamartine e Tassiana Quagliatto, que surgió con la propuesta de investigar y comprender los fenómenos intrasubjetivos, intersubjetivos, sociales y culturales de la Infancia, a partir de la clínica psicoanalítica, buscando compartir nuestra experiencia en producciones científicas, tales como realizar acciones en la comunidad en función de observar que los grandes cambios que estamos viviendo en el mundo demandan nuestro movimiento para aproximarnos a las dimensiones del sufrimiento psíquico.
El LIPI, en 2017, acogió la demanda de una supervisora pedagógica de una Escuela Pública de nuestra ciudad[2] que, conociendo nuestro interés y experiencia en la interface Psicoanálisis y Educación, relató las dificultades vinculares vividas con alumnos de propuesta inclusiva.
En Brasil, el “Plan Nacional de Educación” (PNE ley nº 13.005/2014) promulga que la educación es un derecho de todos y que la perspectiva inclusiva debe ser incluida en la educación regular para asegurar que las personas con discapacidad, trastornos globales de desarrollo y altas habilidades/superdotación tengan la posibilidad de una formación integral.
Sin embargo, entendemos que la escuela, representada por toda su comunidad, es un lugar de producción de interconexiones psíquicas, debido al interjuego de fuerzas pulsionales que varían de modulaciones e intensidades. Y que los niños y adolescentes, insertados en la propuesta inclusiva, aún teniendo una tendencia a presentar mayor vulnerabilidad psíquica, que se manifiestan comúnmente en acciones en detrimento de la palabra, no pueden ser excluidas de la comprensión del significado particular y colectivo de esas interconexiones.
Estimuladas con la posibilidad de contribuir y aprender con un trabajo interdisciplinar, por considerar que la escuela es un espacio de subjetivación, el LIPI realizó el proyecto en dos etapas:
Inicialmente, a partir de un estancamiento con un alumno de la propuesta inclusiva, que exponía su cuerpo desnudo, generando terror, repulsa e impotencia, realizamos un análisis de los flujos intersubjetivos presentes en las psicodinámicas grupales e individuales, en las perspectivas emocional, relacional y social, que nos permitió elaborar el paradigma del proyecto: “Sólo podemos incluir lo diferente si pudiéramos comprender lo que existe de diferente en cada uno de nosotros, pudiendo así, INCLUIR LA INCLUSIÓN”.
En la segunda etapa desarrollamos una intervención en la sala de aula en días y horarios lectivos, de mayo a noviembre / 2017, en la que presentamos estímulos visuales, auditivos, gráficos y artísticos para ser pensados y correlacionados con las experiencias emocionales individuales y grupales, tanto con el alumno de la propuesta inclusiva, como con todo su grupo de colegas. Las actividades fueron acompañadas por un profesor/tutor de su clase, que tuvo la función de difundir y compartir las experiencias emocionales con los demás profesores, en la medida en que consideramos que los educadores, además de la función pedagógica, tienen la función imprescindible de promotores de salud mental.
Las intervenciones posibilitaron incluir alumnos y profesores en la percepción de sí mismos y de las propias diferencias, caminando al desarrollo de un grupo de trabajo, predominantemente cooperativo, en la realización de las tareas (Bion, 1962).
El proyecto tiene continuidad con otras clases de alumnos, haciendo resonar esta experiencia en los gestores y acercando los padres.
2. ¿Su proyecto está abierto a los analistas en formación? ¿Cuál es el peso que Ud. atribuye a esta experiencia para alguien que está en formación?
Los psicoanalistas miembros de SBPSP y SBPRP, que trabajan en nuestra ciudad, se dedican hace bastante tiempo a actividades psicoanalíticas interinstitucionales, las cuales nos fortalecieron para fundar el Núcleo de Psicanálise de Uberlândia (NPU), que ha estimulado y calificado profesionales que pretenden iniciar la formación oficial, en las sociedades de Psicoanálisis.
Creo que la expansión del pensamiento psicoanalítico, vivenciado en el LIPI, impulsó la participación voluntaria de las mencionadas psicólogas en el Proyecto “Incluir la Inclusión”, que transitaron entre el espacio privado de la clínica y el espacio público de la escuela, experimentando el vigor del Método Psicoanalítico y ampliando la capacidad crítica en relación a las cuestiones sociales y culturales que atraviesan la dimensión intrapsíquica e interpsíquica de la infancia.
3. ¿Es una pelea muy grande implementar proyectos en cualquier institución, cómo realizó el trabajo en su sociedad?
Realizar un trabajo psicoanalítico en la comunidad, en una ciudad del interior brasileño, es un gran desafío, tanto por el distanciamiento geográfico de nuestras Sociedades de origen como también por la condición de no tener cooperación financiera para este fin.
Creo que solamente conseguimos realizarlo en función del compromiso, el empeño y la dedicación voluntaria de los profesionales del LIPI y de la disponibilidad de la escuela en abrir sus puertas para una nueva experiencia, soportando la ambigüedad y las turbulencias del proceso.
4. ¿Las instituciones psicoanalíticas dan el apoyo y el reconocimiento necesario?
El apoyo ocurre en la sustentabilidad del método, de la teoría y de la técnica Psicoanalítica, que nos estimula a desear ampliar y presentar posibilidades en una comunidad que sufre con los impactos sociales, culturales y económicos de la realidad brasileña.
5. En su opinión, qué sería importante para creación de nuevos proyectos para la continuidad de los que están en curso?
Se están realizando importantes acciones. Por ejemplo, en la SBPSP, sociedad de la que soy parte, existe una expansión tanto de la dirección de cultura y comunidad en proyectos que abarcan cuestiones de nuestros días como en la dirección científica y de la dirección de atención a la comunidad que ha propiciado ricas discusiones clínicas e interdisciplinarias.
Creo, sin embargo, que sería muy oportuno un mayor incentivo en la difusión de los proyectos realizados en la comunidad, existentes y futuros, como también el auxilio en la búsqueda de apoyo económico, además del acompañamiento científico de los psicoanalistas que trabajan en las ciudades del interior, propiciando así la expansión y el fortalecimiento del pensamiento Psicoanalítico.
6. ¿Cree que el premio IPA dará más visibilidad a este trabajo? ¿Cuáles son sus expectativas para el cambio, después de recibir el premio?
El premio trajo un reconocimiento especial en la comunidad científica y una importante visibilidad de las potencialidades del Psicoanálisis en Uberlândia y la región.
La expectativa es que podamos ser, continuamente, INCLUIDOS.
¡Muchas gracias!
[1]Helga Quagliatto – Psicoanalista – Miembro Asociado de la Sociedade Brasileira de Psicanálise de São Paulo SBPSP.
[2] Uberlândia – MG – Brasil