Son celebraciones que tienen lugar en el mes de junio en Brasil, conmemorando a tres santos populares: San Antonio (13 de junio), San Juan (24 de junio) y San Pedro (29 de junio).
Las fiestas de junio en Brasil, fueron introducidas por los portugueses en la época colonial. Desde entonces, han recibido la influencia de las culturas africana e indígena, y tienen sus propias características en cada parte del país. Aunque tienen lugar en todo Brasil, es en el Nordeste donde las fiestas de junio son más tradicionales y más celebradas en los principales estados de la región, siendo la víspera y el día de San Juan el punto álgido de las celebraciones. Al ser una región árida, el noreste agradece cada año a San Juan Bautista y a San Pedro, la lluvia que cae sobre los cultivos.
La comida y las bebidas típicas forman parte de la tradición, principalmente elaboradas con maíz, ya que es el momento adecuado para cosecharlo. Entre sus bailes típicos, se destaca la Quadrilha (danza cuadrada), que tiene su origen en los bailes de salón franceses, y que consiste en un grupo numeroso de parejas con trajes tradicionales, que bailan su propia coreografía, basada en la puesta en escena de una boda campestre. También se baila mucho al son del forró, una música popular del noreste, en un escenario especial llamado Arraial. Los arraiales son espacios amplios, generalmente abiertos, con varios puestos de venta de comida y bebida típica, así como de juegos de la época, decorados con banderines y balones típicos y con muchos fuegos de artificio alrededor de la hoguera.
Las fiestas de junio más famosas son las de Caruaru, considerada la capital del forró, en el estado de Pernambuco, y la de Campina Grande, en el estado de Paraíba, considerada no sólo la mayor de Brasil, sino también del planeta.