Arriba: bordado de Elias Braga, con los nombres de los personajes, que sirvieron para crear la portada de una de las ediciones de Grande sertão – veredas, de João Guimarães Rosa
“Cuando era adolescente, la literatura me proporcionó un refugio del impacto que las noticias veladas o explícitas de la época tuvieron en mí. Los tiempos eran oscuros. Y me imaginaba que nunca volvería a vivir esos tiempos. ¡Gracioso error!“
Regina Célia Cardoso Esteves es profesora de tiempo completo de la Sociedad Psicoanalítica de Fortaleza (SPFOR), donde actualmente ocupa el cargo de presidenta. Tiene una Maestría en Educación de la Universidad Federal de Ceará y un Doctorado en Psicología de la Universidad de Minho, en Portugal.
Entrevistada por Tiago Mussi
tiagofrancoh@gmail.com
1. ¿Cuál es la relación entre Literatura
y Psicoanálisis?
Creo que una forma de responder es la imagen de mi oficina, que me viene a la mente en este momento. Los libros de Literatura comparten el espacio con los del Psicoanálisis.
En la reunión analítica, el paciente tiene la posibilidad de contactar con su dolor y, con la ayuda del analista, contar su historia y apoyarla. Como señala Hannah Arendt, cada dolor puede ser soportado si se puede contar una historia al respecto.
En literatura también encontramos un espacio para vivir y contar nuestra historia, o nuestras historias. Establecemos escenarios, nos identificamos con el personaje, encajamos en la trama, reímos y lloramos. A veces cambiamos.
2. ¿Cómo influye la Literatura de ficción en su trabajo como psicoanalista?
En muchos momentos, al encontrarse o no estar de acuerdo con el paciente en la sesión de análisis, los autores literarios toman la iniciativa y me muestran el camino. A veces ocurre lo contrario: la Literatura me lleva a buscar en el Psicoanálisis posibles respuestas a mis preguntas.
Me gustaría citar un ejemplo. El libro de Saramago The Little Memories (2006) me llevó a buscar una comprensión psicoanalítica de este trabajo y a escribir un ensayo sobre los recuerdos encubridores.
Saramago refiere: “A veces me pregunto si ciertos recuerdos son realmente míos. A menudo olvidamos lo que deseamos recordar, otras veces recurrimos, obsesivamente, reaccionando al más mínimo estímulo, imágenes del pasado provienen de nosotros, sin palabras, sin palabras, sin destellos, sin iluminaciones, sin convocatoria, pero ahí están”.
En el artículo de “Recuerdos Encubridores”, (Freud, 1901) podemos ver cuán impresionante es la elección hecha por la memoria entre los elementos de la experiencia, que suprime lo importante y retiene lo indiferente. Y, sin embargo, lo indiferente no es tan indiferente, ya que la memoria mnémica indiferente ha sido producida y, en cierta medida, desplazada asociativamente del evento original, que por alguna razón no puede recordarse. El recuerdo que reemplaza al original pierde los elementos importantes y sorprende con su trivialidad.
3. ¿Qué trabajo o autor de Literatura le ha inspirado más para ser creativo en tu trabajo?
Elegir un autor se convierte en una tarea difícil. Desde pequeña soy una lectora frecuente, casi compulsiva, lo que me trajo algunas complicaciones. Vengo de una familia que siempre ha privilegiado el trabajo, la producción. En ese momento, leer era sinónimo de ociosidad, ocio indebido.Mis lecturas fueron casi en secreto, acompañadas de una sensación de desobediencia a los dictados familiares. Inmersa en cuentos de hadas inicialmente y luego inmersa en crónicas publicadas en periódicos y en cuentos de autores brasileños y extranjeros, en general me sorprendían las advertencias de regresar al trabajo. Hoy entiendo por qué preferí este tipo de lectura: eran más cortas y había tiempo para terminar. Las novelas llegaron más tarde, cuando desarrollé mejor la capacidad de tolerar la frustración por la interrupción de la lectura y la capacidad de esperar para reanudarla. Tengo que decir que, cuando era adolescente, la Literatura me protegió del impacto que las noticias veladas o explícitas de la época tuvieron en mí. Los tiempos eran oscuros. Y me imaginaba que nunca volvería a vivir esos tiempos. ¡Error de dedo!
Pero si tuviera que señalar un solo autor y una de sus obras, y el tamaño de la influencia causada no solo en mi trabajo sino en la vida, sería Grande Guild – Veredas, de João Guimarães Rosa. Desde la escritura extraña y casi incomprensible al principio hasta la inmersión en los caminos de mi mente, me encontré con una verdadera transformación: las tierras remotas están en todas partes … vivir es muy peligroso … cualquier amor ya es un poco de salud, un descanso en la locura