Separarse… ¡esa historia interminable!

Hoy tenemos la alegría de retomar las publicaciones de los textos en la columna Semillar. Al igual que los podcasts, las publicaciones de texto serán quincenales. Así, mantendremos una publicación por semana en nuestra página de Facebook y en el sitio web de FEPAL. En esta retoma contamos con el valioso aporte de la psicoanalista colombiana Hilda Botero, quien es integrante del ALOBB. Hilda nos trae una secuencia de tres textos sensibles sobre el comienzo de la vida… Les invitamos a leer, comentar y compartir este material, así como a tener cuidado de no perder la continuidad de las ideas de Hilda en los próximos posts de Semillar.

Separarse… ¡esa historia interminable!

Psicanalista Drª Hilda Botero – Colombia – ALOBB

I. Somos Uno… Somos Dos…

¿Cómo y dónde comenzar la observación de una experiencia de esta cualidad: La separación? Nuestra vida empieza cuando una lucha contra toda respuesta rechazante de albergar a alguien más que a sí mismo… ¡arrogancia humana!, logra un encuentro afortunado. No es fácil esta odisea: un desafiante espermatozoide y su tenacidad para conquistar un territorio tan hostil, tan hermoso y fuerte al mismo tiempo sellan la ‘concepción’. Una vez óvulo y espermatozoide se encuentran dejan de ser dos y son “uno”, un individuo. Y ese “uno” comienza ahora a plantear de forma evidente la necesidad del otro: la madre. Parece entonces que concretan un pacto realmente creativo y se configura otro encuentro: ese bebé y esa madre. La mente de mamá, y físicamente la placenta, son su primer producto compartido de unión. El encuentro en el que cada uno aporta algo para continuar. Ahora sí, urge funcionar muy cercano a ser “uno” y la gestación continúa. ¿Uno? ¿Dos? ¡Difícil acertijo! En fin, madre y bebé son en estos momentos madre-bebé. Y el éxito de la gestación, de mantener la vida en proceso depende de ese uno, dos… de ese encuentro inasible, de ese estado de unicidad. [1]

Las emociones que acompañan estos hechos, de una forma muy íntima, profunda y arcaica tejen ya un complejo espectro. Propongo considerar el nacimiento en el momento de la ‘concepción’. Allí comienza la Historia. ‘Nacemos’ con el reconocimiento de un espacio y un tiempo en la dimensión emocional de la madre, del padre. Una Historia compartida de experiencias, música, silencio, sobresaltos, risas, pesares y promesas…

Esta experiencia madre-bebé, de historia compartida durante la gestación testifica la instauración del Hábitat y el despliegue del Nicho (N. Bergman, 2005), en íntima e intensa unión. El Hábitat, la madre, su mente como base, su útero mental en cotidiana gestación; el Nicho es todo el acervo del bebé preparado para ‘vivir’ allí. Y sólo si esta unión es ‘cuidada y protegida’ se teje el Nido (Botero, 2010) para amparar el desarrollo de la emocionalidad con ritmo, cadencia y armonía acordes al universo humano.

Llega un momento de ‘vital’ importancia: La Versión Interna… y este acontecimiento precipita una realidad sin opciones: estos son los primeros datos que plantean la esencia de la Separación.

Continuará…


[1] Son dos sujetos, pero aún una emocionalidad que necesita curtir un proceso de diferenciación, por lo tanto, el que constituyan esa condición de unicidad les da la calidad de único, única la relación.

O seu endereço de e-mail não será publicado. Campos obrigatórios são marcados com *

Custom Sidebar

You can set categories/tags/taxonomies to use the global sidebar, a specific existing sidebar or create a brand new one.